A la experimentada empresa constructora brasileña Odebrecht no se le escapa un puente, ni el tramo de un metro en los contratos del Estado venezolano, y ahora hará incursión en los campos maduros venezolanos, con la bendición de un acuerdo binacional de los presidentes Chávez y Lula.
El grupo Odebrecht, es en Brasil algo así como la consigna que circulaba en los Estados Unidos a mediados del siglo pasado, “lo que era bueno para la General Motors, era bueno para los Estados Unidos”, pero no se puede dudar de su capacidad y ahora tiene el reto de demostrar su experticia en buscar y producir petróleo. Sigue leyendo